Crítica a la clase de filosofía

Posiblemente, el artículo que más ganas tengo de hacer y el más personal. Y es que mi opinión de la asignatura de filosofía ha cambiado notoriamente de principio de curso a ahora. Mis primeros pensamientos de la asignatura eran de una clase aburrida y teórica, que resultaría muy complicado y abstracto de aprender y que me iba a bajar en parte la media de primero de bachillerato. Bueno, esto último se ha cumplido la verdad.

Sin duda lo que más me ha sorprendido ha sido la forma dinámica de dar las clases, realizadas también en cierta parte de manera cómica gracias a nuestro ilustrísimo profesor de filosofía Enrique Mesa, y que, sin duda, ha conseguido hacer más amenos los conocimientos, ya que entender los pensamientos de Aristóteles, Platón y, en mi caso particular, Kant, es realmente complicado. Pese a esto, considero que los temas pueden estar más desarrollados en vez de tan esquematizados, aunque se explique en clase, pero a la hora de estudiar a veces entran dudas de lo que pone y cuesta entenderlo.

No tengo queja de los exámenes de opción múltiple, cumple lo que promete (a veces de difícil respuesta pero normalmente suele ser de dificultad aceptable). Sin embargo, el examen práctico es a veces demasiado complicado de deducir aún habiendo estudiando, y requiere de mucha preparación para que salga bien, así como los teóricos es únicamente desarrollar la teoría. Y los exámenes del libro son un caso aparte para mi; aunque me lea el libro, lo más probable es que no sepa que responder a la mayoría de las preguntas, puesto que son de razonar y sales del examen sin saber si te ha salido bien o no.

Pese a todo lo negativo, repetiría esta asignatura con Enrique una y otra vez, que espero que no sea el caso...